Olivier Faure asume la difícil tarea de unir al Partido Socialista francés
Profundas divisiones hicieron que su candidato se ubicara quinto en las presidenciales de 2017.
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A principios de abril Olivier Faure asumió oficialmente como el nuevo líder del Partido Socialista de Francia (la colectividad del expresidente, François Hollande) en la conferencia anual del partido en Aubervilliers, un suburbio de clase trabajadora al norte de París.
Faure, de 49 años, ganó la elección interna del PS de forma convincente en marzo. Alcanzó casi un 50% de los votos en primera vuelta
–muy por encima de sus tres rivales- y fue una victoria clara cuando el candidato que estaba en el segundo puesto, Stéphane Le Foll, un exministro, se retiró de la segunda vuelta.
Faure fue recibido calurosamente en la conferencia del PS a principios de abril, con su discurso a los delegados enfocándose en la necesidad de unirse después de que profundas divisiones dañaran la campaña del partido en las elecciones de 2017 (el candidato socialista obtuvo el quinto lugar y el partido aseguró sólo cerca de un 10% de los votos en los comicios parlamentarios).
Otro tema del discurso fue la necesidad de romper con el pasado: aun cuando antes fue fiel a Hollande, Faure enfatizó la necesidad de desarrollar una nueva agenda de políticas socialistas, en reconocimiento de los altos niveles de antipatía pública hacia la administración Hollande.
Críticas a Macron
Como era de esperarse, Faure castigó al actual presidente, Emmanuel Macron, acusándolo de gobernar con políticas derechistas, después de hacer campaña con una plataforma centrista.
El nuevo líder del PS habló en defensa de los trabajadores ferroviarios en huelga, además de los estudiantes movilizados y habló de sus preocupaciones sobre una alta “concentración de poder”, una referencia a la mayoría parlamentaria que tiene La République en Marche (LRM), el partido de Macron, lo que está facilitando un rápido progreso de la agenda reformista del presidente.
Tarea desafiante
A pesar de una tibia respuesta de los delegados del partido, Faure encontrará difícil revitalizar al PS.
Aun cuando Macron ha probado ser más de centroderecha que de centroizquierda desde que asumió el poder, ha sido exitoso en atraer el apoyo de algunos votantes de centroizquierda.
Mientras tanto, Francia Insumisa, de extrema derecha, le ha quitado adherentes al PS.
El derrotado candidato presidencial del PS, Benoît Hamon, encontró un nuevo movimiento socialista, llamado Génération.s, que es, ampliamente hablando, similar ideológicamente al PS.
Faure descartó alianzas con otros partidos de izquierda. Por lo tanto, estará compitiendo por votos con un terreno político altamente reducido.F